Opinión
Por Redacción , 27 de mayo de 2022 | 19:21

“As Time Goes By” y Valdivia

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Columna de opinión del periodista Víctor Pineda Riveros.

“You must remember this/ A kiss is just a kiss/ A sigh is just a sigh/ The fundamental things apply/ As time goes by”.

“Debes recordar esto/ Un beso es solo un beso/ Un suspiro es solo un suspiro/ Las cosas fundamentales se aplican según pasa el tiempo”.

No crean que nos pusimos románticos o que estamos explotando una veta artística, porque no nos da el cuero para tanto.

Lo que acaban de leer son los primeros versos de la canción “As Time Goes By”, compuesta por el músico estadounidense Herman Hupfeld, allá por 1931, para una comedia musical que pasó sin pena ni gloria. La revancha para Herman y su criatura llegó diez años más tarde, cuando fue incluida en la banda sonora de la película “Casablanca”, ganadora del Oscar a la mejor producción de 1941.

Los amantes del cine clásico siempre tenemos presente a “Casablanca”, por más de alguna razón. Primero, por la famosa escena en que aparece la bellísima Ilsa Lund (interpretada por Ingrid Bergman) a pedirle a Sam (Doodley Wilson), el pianista del Bar Americano de Rick, que le toque un pedacito… de la canción. No sean mal pensados.

Sam en un comienzo se niega, porque sabe que su patrón se va a enojar con él, pero accede. En eso estaba cuando aparece el susodicho Rick con la mejor cara de perro que podía poner el gran Humphrey Bogart y hasta ahí llega la música. Rick intenta increpar al moreno Sam cuando se da cuenta que había alguien más junto al piano. Nada menos que Ilsa, el amor de su vida, de quien se había separado en extrañas circunstancias bajo la lluvia parisina y cuando había llegado la hora de apretar cachete hacia cualquier lado porque se dejaban caer los nazis y toda su batería de intolerancia y barbarie.

Hasta allí los voy a dejar con estos apuntes sobre Casablanca, cuya acción se centra en la gran urbe marroquí y no en la ciudad cercana a Valparaíso, puerto principal. Por último, les dejo un consejo: si algún día pasan por Casablanca, en Marruecos, no busquen el Bar Americano de Rick, porque solo fue un local de utilería, desechado y desarmado cuando terminó la filmación. Una lástima, porque el copete de veía bueno, bonito, barato y “bundante”, especialmente “bundante”. 

 Tras este largo introito, vamos a lo que nos interesa. Aquí y ahora. Mala suerte si Ilsa y Rick no terminaron como en un cuento de hadas.

Lo que nos importa es la canción, que ha tenido varias traducciones al castellano, como “El tiempo pasa”, Según pasan los años” o “Según pasa el tiempo”. En el fondo, es lo mismo y eso la acerca a Valdivia.

¿Why?, dirán Uds., queridos lectores. 

Me refiero al mucho tiempo que tiene que pasar para que en Valdivia se hagan las cosas, para que se concreten las obras que la comunidad espera y que no salen a la luz porque siempre hay una explicación o una excusa para mantenernos a la espera.

Por ejemplo, la doble vía entre Mariquina y Paillaco con paso por la capital regional. No ha bastado la ya considerable cantidad de víctimas fatales que han dejado los accidentes de tránsito que perfectamente se podrían haber evitado con una carretera similar a las existentes en otras regiones. Acá no se hace camino al andar. Solo hay promesas y proyectos.

Los puentes son otro cuento aparte. Llevamos demasiados años a la espera de la construcción de los que están pendientes. Que este año sí, que el próximo tal vez. Que no hay presupuesto o que en Santiago hay necesidades más urgentes. Mientras tanto, miles de valdivianos debemos armarnos de paciencia cuando un grupo de niños y niñas juegan a los rebeldes instalando una barricada en el cabezal del Pedro de Valdivia. 

Que el Cau Cau por fin estará listo y apto para permitir el paso de portaaviones o cruceros, el próximo verano, sin falta. Que, además, el cruce de Las Mulatas a Torobayo se hará por un túnel subfluvial. Si lo hacen igual que el Cau Cau, los vendedores de seguros se van a hacer la América.

Es hora de ir terminando la remodelación de las plazas ubicadas frente a la municipalidad. Por feo que haya sido el proyecto de la anterior administración, debe ser mejor que la ruma de escombros y jardines desnudos que imperan hoy. También hay que adoptar medidas para mejorar el cavernario sistema de transporte público, incluyendo incentivos para su uso, y sin olvidar el drama de los estacionamientos céntricos, porque todavía no tenemos métodos para subir un auto sobre otro que haya llegado primero.

A veces me acuerdo de la pista para los deportes acuáticos y el estadio Regional, pero se me pasa pronto porque solo nos acordamos de los remeros cuando vuelven cargados de medallas, y del fútbol mejor no hablemos, sobre todo si nuestra actual representación no es capaz de ganarle ni al Alianza Lima.

Por último, quiero decir que entiendo, hasta cierto punto, a quienes tienen los mejores deseos de llegar a buen puerto, pero no pueden porque Chile es así, tramitador y centralista.

 Al igual que en “Casablanca”, mejor sigamos cantando “As Time Goes By”.

 

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